Por Félix Edmundo Díaz*
Desde chicos nuestros padres nos enseñan el valor de las palabras ‘disculpa’, ‘gracias’, ‘buenos días’ junto a las buenas normas de conductas: ‘no matarás’, ‘no robarás’ y ‘no desearás la mujer del prójimo’ (bueno, no hay que exagerar), en fin, se preocupan por inculcarnos valores universales que ni Dios sabe a dónde carajo han ido a parar.
El hecho es que en los últimos días los cintillos y marquesinas nos han apabullado con la negativa del gobierno turco de reconocer la masacre del pueblo armenio cometida hace un siglo y ni soñar que se vayan a disculpar por ello, y lo que llama la atención es la importancia que se le quiere adjudicar a la rígida posición otomana.
Entonces, me asaltan varias preguntas:
¿Quiénes se disculparon por los 10 millones de muertos y 21 millones de heridos de la I Guerra Mundial? Sigue leyendo