‘Es la ley que las frentes más altas y limpias atraigan sobre sí las
piedras que se mueven siempre en las manos débiles o envidiosas.’
Proverbio popular
Por Félix Edmundo Díaz @feddefe*
Anoche la TV nacional trasmitía el videomensaje del Papa Francisco al pueblo de Cuba con motivo de su próxima visita a nuestro país. Señaló que venía como Mensajero de la Misericordia.
Misericordia es un término que, sin ser desconocido para los cubanos, nos ha resultado siempre más llano emplearlo a través de sus sinónimos, léase altruismo, humanidad, comprensión, clemencia o devoción, sí devoción, porque el cubano siempre ha sido y es devoto de la generosidad y la solidaridad, poco necesita el cubano para asumir como propio el dolor de cualquier ser humano, el cubano no necesita conocer al dolido, solo le basta ponerse en su lugar y asumir la injusticia o pobreza que embarga a su semejante para luchar a brazo partido por la causa del otro. Ejemplos hay miles, desde el poquito de azúcar o arroz ‘porque no he sacado los mandados’, hasta la leche del niño que se cortó, ello para no mencionar a las decenas de miles de médicos, profesores, entrenadores o especialistas que han gastado años de sus vidas para dedicarlos a la salud, las letras y la preparación de hombres, mujeres y niños de otras latitudes.
Y, quizá, algunas mentes flacas piensen y pregonen que siempre se recibe, lo que es casi cierto, un dividendo como resultado de estas acciones, sin pensar que la riqueza mayor esta en el alma propia y el amor de los que esperan tu regreso, y les decía que lo del dividendo es casi cierto, porque nadie en este país olvida obras de mayor calibre como fue la gesta internacionalista de cubanas y cubanos a favor de los pueblos de África, ahí están Argelia, El Congo, Siria, Angola, Etiopía, Mozambique, las Guineas y contando, amén de los periplos por Nuestra América, esa la de las venas abiertas, como la llamara el inmortal Galeano, y de allá, donde quiera situarse geográficamente ese allá, solo regresamos con nuestros muertos y la satisfacción por el deber cumplido; pocos pueblos en el mundo pueden exhibir una página tan hermosa del amor, el desinterés material y desprendimiento que entraña entregar tu vida por la vida de otros.
Ello, según las sagradas escrituras fue lo que hizo Jesús y, sin quererlo porque su tamaña humildad ha trascendido a nuestros días, pasó a la inmortalidad, eso fue lo que hicieron, con o sin Jesús en sus almas y mentes, nuestros mártires cuando regaron con su sangre los caminos de la Revolución Cubana y de la independencia de otros pueblos, ellos también pasaron a la inmortalidad.
Es probable que a algún fundamentalista (creyente o ateo) le repugnen estas líneas, pero el mensaje no es hacia ellos, ya que no tengo vocación de Mecenas ni voy por el mundo condenando o perdonando, esa es la inmensa tarea de SS Francisco y, hasta ahora, ha demostrado ser un Emisario del Señor que sabe escuchar los lamentos de este sufrido mundo y ha condenado el hambre, la miseria, los desplazamientos de poblaciones enteras, la codicia por el dinero y las injusticias que se derivan del Capital y las guerras que este promueve.
SS Francisco no es comunista, pero su verbo y sus acciones demuestran que piensa en la comunidad que está compuesta de hombres, mujeres y niños, sin menoscabo de sus riquezas o pobrezas, de las edades, el color de la tez, el sexo, del intelecto, la filiación política, sus creencia o ateísmo, y cuando nos bendice, nos bendice a todos o sea a los creyentes (católicos, protestantes, budistas, santeros, paleros, etc.) y a los ateos, de ahí que la alharaca de algunos trasnochados, diciendo que el Papa no va a bendecir al gobierno revolucionario en su misa es un absurdo, ya que su mensaje va dirigido a todos.
No es descartable que, en la Plaza de la Revolución, donde a modo de parroquia el Santo Padre se dirigirá al pueblo, exprese palabras que, a la postre, serán interpretadas como a cada quien le convenga, solo diré una cosa: no habrá confrontación y su prédica estará dirigida a bienquistar.
Desde que se conoció la noticia de la visita de SS Francisco a Cuba, se inició una campaña malintencionada para voltearlo en contra del gobierno cubano y cuando los enviados del Apocalipsis, esos mercenarios cambiacasacas, se percataron de que no lograrían su objetivo, entonces la emprendieron contra este y sus representantes en Cuba, personificando la mayoría de los ataques contra el Cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino (como decidió llamarse a sí tras su investidura), quien no es responsable de la agenda papal, solo por haber declinado recibir un documento en la vía pública.
Estos descerebrados no debieran preocupar al Cardenal Jaime Lucas, y si recuerda el refrán cubano ‘Hablaron de Cristo…’, espero que llegue la tranquilidad a su alma.
Personalmente, espero con entusiasmo las palabras de SS Francisco y más que todo la visita de este a Fidel, cada uno hablará del honor del encuentro con el otro y se dirán palabras de comprensión y cercanía, el ambiente y los términos serán respetuosos, cordiales, sinceros y afectivos, y al final el Santo Padre le pedirá que rece por él y bendecirá a Fidel y familiares, y hará votos por su salud y bienestar, como hace tantos años hicieran los babalaos en África.
Y si alguien o ‘alguienes’ (los yoanis, berthas, rodiles, elizardos y demás lacayos que conforman esa fauna en Cuba o fuera de ella) quieren dolerse de la cercanía entre esos dos grandes hombres, o la del Santo Padre con el pueblo cubano, les recuerdo, al tiempo que libero a SS Francisco de cualquier responsabilidad por haber usado su mensaje como pretexto para estas líneas, que como no soy mecenas ni me debo al perdón, solo puedo recomendarles cristianamente que se vayan a la mierda.
*Editor de La Mala Palabra.
LA MALA PALABRA 