*Por Conte Nieves
Las noticias desde Colombia en las últimas semanas, llaman a preocupación en relación con los Acuerdos de Paz firmados en La Habana, entre el gobierno colombiano y las FARC –EP.
Miembros de la dirección de la Fuerza Alternativa Política del Común, ex comandantes de las FARC – EP, han declarado incumplimiento y dilación en la puesta en práctica de los acuerdos, mientras que esa organización cumplió con el cronograma establecido, al punto que hoy son ya luchadores sociales pacíficos. Cambiaron la lucha armada para desarrollar la lucha política. Los presos de las FARC – EP no son puestos en libertad, ni son garantizados ni instrumentados otros acuerdos. ¿Qué ocurre?
Pero si preocupantes son las dilaciones e incumplimientos del gobierno, lo son también los asesinatos de líderes y activistas sociales en la sociedad colombiana. La interrogante es ¿quiénes paran y desarticulan el paramilitarismo?
En la lectura del juego político el presidente Santos se apuntó el llegar al proceso de paz, ¿y ahora, lo que sigue?
Somos fervientes amantes de la paz en ese desgastado país, donde tantas personas han perdido sus vidas y hogares. Sin embargo, preocupa algo que el periodista colombiano, exiliado en París, Osvaldo Calvo Ospina, manifestó hace unos meses atrás, cuando fue entrevistado en el programa Dossier, el 18 de mayo de 2017, en relación al proceso de paz en Colombia. Ospina, en ese momento, relacionó el proceso de paz colombiano con la estrategia del gobierno norteamericano contra la revolución bolivariana venezolana.
Según Ospina, el jefe de la estación CIA en Francia, le manifestó estando en tragos en el año 2011, “la necesidad de atar las manos de las FARC – EP, porque ante un ataque a Venezuela, acudirían a apoyar a este país”. De donde se desprende el interés de la CIA por desarmar a las FARC – EP. ¿Será real lo dicho por ese oficial de la CIA a Ospina? El hecho es que las FARC – EP cumplieron con la entrega de las armas.
Se ha cumplido el espíritu de la CELAC de lograr la paz en ese país. Todos los involucrados en ese proceso han cumplido, menos el gobierno del señor Santos. Este da la impresión de moverse en la balanza de un lado a otro. Queda claro que en Colombia hay fuerzas de la ultraderecha entre los que se destacan los uribistas que se oponen a la paz. En ese juego político ¿qué pinta realmente Santos? El que por cierto, en unos meses ha de abandonar la presidencia.
Este señor Santos, en medio del proceso de paz, estuvo promoviendo el ingreso de Colombia a la OTAN. ¿Es acaso la OTAN una organización promovedora de la paz?
Este señor Santos, no ha dicho ni una palabra sobre las siete bases militares instaladas en suelo colombiano, rodeando a Venezuela. Ni las va a decir. ¿Son las bases militares gringas en Colombia, promotoras de la paz?
Este señor Santos, se declaró en contra de la Asamblea Nacional Constituyente venezolana y ahora no reconoce el resultado de las elecciones regionales para gobernadores. El presidente Nicolás Maduro denunció la actitud hostil del gobierno colombiano para con el gobierno venezolano, siendo este último, uno de los contribuyentes al proceso de paz de Colombia, en la figura del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Este señor Santos, era el Ministro de Defensa cuando en la frontera ecuatoriana – colombiana, atacaron un campamento de las FARC – EP y mataron al comandante guerrillero Raúl Reyes. Esa acción fue una operación de inteligencia entre los servicios de inteligencia de Estados Unidos de Norteamérica y las fuerzas armadas colombianas.
No hay duda alguna sobre qué hay detrás de la figura de Álvaro Uribe. Y ¿qué hay detrás del presidente Santos?
En la región, los gobiernos progresistas y revolucionarios han mantenido relaciones con el “Santo” de Santo. La política y la convocatoria a la unidad obligan a ello. Se nos ocurre mencionar a efecto del señor Santos, el refrán popular cubano que dice: “tiene su mendó”. Santos “tiene su mendó”.
Ya nos enteraremos, porque entre cielo y tierra casi todo se sabe.
Este presidente de sonrisita socarrona pronto nos va a mostrar quién es él verdaderamente. No será sorpresa para los inquietos políticos, que él, como otros presidentes en América Latina, responden al amo gringo con la frase: “Sí patroncito”. Son pura obediencia ante el gobierno gringo que en el fondo los desprecia, porque al final, son latinoamericanos y ellos son los blancos “superiores” de Norteamérica, disculpen, de América, al decir de ellos.
Veremos si Santo es tan “Santo” como quiere venderse.
Mientras, las FARC como partido y en un futuro el ELN, tienen que prepararse para el combate político, que será desleal con respecto a ellos. No hay “tamarindo dulce” ni gobierno norteamericano bueno. ¿Por dónde andan los pasos de la CIA y el resto de los servicios de inteligencia gringos en este complejo entramado?
Y para finalizar una interrogante. ¿Cuándo van a desarmar a los paramilitares colombianos? Colombia tiene una lección a no perder de vista: la desaparición física de los militantes de la Unidad Patriótica. En estos momentos hay militantes de las FARC – EP que han sido asesinados. Estamos en otro momento; pero, ¡alertas! El guerrillero heroico Ernesto Che Guevara dijo: “al enemigo no se le puede dar ni un tantico así”. No olvidemos ese sabio pensamiento.
Una idea queda clara para nosotros. No será hoy, pero sí en el mañana. La victoria llegará para los revolucionarios colombianos, que se enfrentarán a las nuevas estratagemas de la derecha nacional y el gobierno gringo. Viene una candidata a la presidencia que sale de las fuerzas progresistas, Piedad Córdova y otros que surgirán. Las FARC tiene cuadros formados en el fogueo de la lucha guerrillera y social; hombres y mujeres inteligentes. Igual situación tiene el ELN. Quedan atrás cincuenta años de lucha armada, y comienza otro largo camino el de la lucha política para conquistar el poder las grandes masas. Esto está empezando nuevamente ahora.
Un largo y escabroso camino queda por conquistar, para alcanzar una paz verdadera en Colombia. Eso se logrará realmente, cuando no tengan bases militares gringas en su territorio y la embaUSA deje de conspirar. Cosa difícil esto último. Pero se vencerá. Nosotros los cubanos lo hicimos. Ustedes los colombianos lo harán. Se impone para lograrlo sabiduría política y lo más importante, la unidad de las fuerzas progresistas, la unidad de la izquierda. Si dejan brechas en el orden de la unidad, quedarán en el camino. No puede haber ingenuidad política. La ingenuidad en política se paga caro.
Millones de personas de buena voluntad tienen puestos sus ojos sobre el proceso de paz colombiano. Confiamos en ustedes, porque sabemos que al igual que en el escenario militar, crearon las condiciones para obligar al enemigo a sentarse en la mesa de negociaciones; ahora desde la vida política y social los acorralarán hasta la desesperación. A ustedes los revolucionarios colombianos les asiste la razón. Por eso vencerán.
No olviden que una de las premisas del Imperio es “divide y vencerás”.
Y al final, ¿qué acerca de Santos? No hay que apurarse, él nos va a confirmar quién es y además sí realmente quiere en serio y hasta sus últimas consecuencias la paz en Colombia. Ojalá nos equivoquemos, pero es difícil que sea así.
*Colaborador de La Mala Palabra.
19 octubre de 2017.