Por Félix Edmundo Díaz @feddefe1917*
La línea del título la tomé de la canción «Cien horas no bastan» (https://bit.ly/2PllNVn), por cuanta razón entraña su significado cuando te es imposible, por una u otra razón, evitar hablar, mencionar o recordar a una persona todos los días de tu vida.
Ese es Fidel, quien sin pedirlo o, mejor todavía, habiendo pedido expresamente no nombrar en su memoria a ninguna escuela o institución y no erigirle estatuas o monumentos, no ha podido evitar que se le hable o se hable de él, que se le cante o se cante sobre él.
Nunca alcanzan las palabras para describirle, y fácilmente se van las horas hablando cuando él es el centro de la conversación.
Solo necesitas sentarte unos minutos a mirar sus fotos, las que les hicieron quienes siempre le acompañaban y tratar de capturar ese segundo para imaginar qué gran idea o proyecto revoleteaba en su mente.
Sencillamente, #Somos (https://youtu.be/pjiMYkBd5g4) y Fidel siempre está entre nosotros, porque como sigue la canción: «no es verdadera una muerte que venció a seiscientas armas».
*Editor de La Mala Palabra.