Siempre original y sencillo, siempre revolucionario y profundo…
Yo conocí a Paco Peña cuando este era un asiduo visitante de la barra donde se expendían rones diversos en la gastronomía de mi infancia, muchos años antes de yo nacer había caído en ese mundo de los tragos y las jergas características de los bebedores y luego aparecía como una presencia recurrente los domingos y hasta algunos lunes. No era lo que puede decirse un borracho impertinente o mal educado, era simplemente Paco Peña el de las ocurrencias y el cartelito.
Lo de las ocurrencias se debía a su glosario de frases muy propias, algunas de las cuales, a pesar de su poquito de vulgaridad bien vale recordar, sobre todo aquella interrogante que hacía a todos con una seriedad propia de grandes pensadores, él se te encimaba y muy cerca de tu rostro preguntaba: ¿Si como coco y como azúcar, por qué no cago turrones?, de más está decir…
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