Por Félix Edmundo Díaz* @feddefe1917
Los escritores y periodistas han de ser personas excepcionales, siempre listos para cuando «les baja la musa», a diferencia de su servidor, pues generalmente «me llega» cuando voy caminando, desesperado por arribar a la calidez del hogar, o tengo la cabeza enchumbada en agua o enjabonada (¿aclarará ello los pensamientos? Creo que es algo que debo «definir»), en fin que «mi musa» llega estrujada, cansada y, a veces, de mal humor.
Anoche fue uno de esos «a veces», recordé que había leído una entrevista publicada en un medio nacional y su contenido me dejó un profundo sabor amargo, pues la persona entrevistada hizo lo que está de moda: decir sin decir, deslizar o repetir frases (supuestamente dichas por otros) que descargan hiel y resentimientos y, además, aferrarse a una autoevaluación personal cual salvavidas, lo que no hacen con un término humilde como «espíritu», «sacrificio» u otro de corte similar, sino con uno mayúsculo: «talento».
Cuando alguien es capaz de despojarse de sus raíces, de sus otrora militancias y dice de sí mismo que, como Silvio, morirá como vivió, el único sentimiento que me embarga es de lástima, pues esa persona no entendió #ElNecio y solo ha logrado hacer miserable su vida y trasmitir esa miseria de alma a los cercanos, salvo en las ocasiones en que regala una «talentosa actuación» como para hacernos pensar que toda su vida ha sido eso: una actuación.
Nuestra Revolución, en sus 60 años, siempre ha vivido momentos de definiciones y, para excluir las dudas, no me refiero a la acción de fijar con claridad y exactitud la significación de una palabra, sino a la segunda acepción del término: Decidir, resolver algo dudoso: por fin definió su postura.
Este es uno de esos momentos, la batalla que se avecina no es fácil, porque el peor enemigo de la humanidad aumenta las presiones y afila sus máquinas de guerra para tratar de asfixiarnos, y, sinceramente, no veo, aunque exista, una BRU (bomba) o un Tomahawk con mi nombre, todas sus armas tienen un solo nombre #Cuba y por ello todos debemos definirnos y ser responsables de nuestro destino, a los otr@s, usando palabras de Martí, un simple mensaje: los flojos que se aparten.
Esto no es un sermón, soy solo yo pensando en voz alta y si alguien se sintió negativamente aludido… esa fue mi intención.
*Editor de La Mala Palabra.
SI ERES EL EDMUNDO PERIODISTA DE MIAMI.EL QUE QUIEREN MATAR LOS DEL 2506 O LOS AMIGUITOS DE POSADA CARRILES.LOS HDP MIAMI.MIS RESPETO Y AGMIRACION.VIVA EL LEGADO DE NUESTRO COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ.
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Alberto Cantallops no soy Edmundo García, sino Félix Edmundo Díaz, aunque me honra la confusión porque si por ella también esa escoria me persigue, entonces encontrarán a otro cubano que, como millones en Cuba y fuera de ella, les haremos frente. Gracias por tu comentario y no hay de qué preocuparse, no eres el primero que me confunde con el hacedor de #LaTardeSeMueve.
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