Por Félix Edmundo Díaz* @feddefe1917
La Cuba en Revolución y su pueblo siempre se han caracterizado por la calidez de su hospitalidad y el respeto a todas las personalidades que nos visitan, aun aquellas con las que no compartimos ideas afines en la política y la ideología, y no hicimos la excepción con Felipe VI y Letizia.
Él, su Majestad de España, participó en los encuentros oficiales, todos sin excepción previamente acordados, y demás actividades planificadas en La Habana, hubo fotos y los discursos deslizaron el manido sentimiento de que somos familia… y como las familias, a veces, se pelean (esto no lo dijo su Majestad), estuvimos poniendo muertos de uno y otro bando por 30 años a golpe de machetes, sables, disparos de cañones y fusiles.
Los mambises siempre mostraron respeto por los muertos y heridos del contrario, virtud desconocida para los soldados españoles que no pocas veces remataban heridos y se ensañaban con los cuerpos de los cubanos caídos, en proporcional ensañamiento con la grandeza del mortal, sin mencionar la Reconcentración de Weyler, de quien, probablemente, apuntó Hitler sus experiencias para Auschwitz-Birkenau, Treblinka, Belzec y Dachau.
Ayer Felipe VI y Letizia se tomaron el trabajo de subir a un avión y volar hacia la Ciudad Héroe, la indómita Santiago de Cuba, visitaron el Castillo del Morro (Castillo de San Pedro de la Roca) y la Loma de San Juan, después, partieron a España.
Un detalle, la distancia entre la Loma de San Juan y Santa Ifigenia es de unos 5 kilómetros y, con «vía libre», se recorre en igual cantidad de minutos, mas a Felipe VI parece que no le alcanzaba el tiempo y desaprovechó la oportunidad de visitar Cuba.
Santa Ifigenia es el manantial, cuya savia nutre nuestras raíces y #FidelEsCuba
Se puede tener un nombre largo, descender de una familia de rancio abolengo y, educación y cultura apartes, comportarte como un miserable.
Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia es un miserable.
*Editor de La Mala Palabra.