Por Félix Edmundo Díaz* @feddefe1917
Siempre escuché decir: Dime de qué presumes y te diré de qué careces… y el refrán «le queda pintado» al que ni llegó a ser médico y aún se debate si es músico.
Me gusta la música cubana, algunos géneros más que otros, y la salsa no está entre mis preferidos, aún cuando de chico sudé con Van Van e Irakere, cuando el formato de los últimos incluía los vocalistas.
Esa debió ser la época en la que MGH iba a la escuela con dos meriendas (una pa’ que se la agitaran y la otra pa’ degustarla mientras corría…), pero como nada queda detenido en el tiempo, pasó el tiempo y pasó un águila sobre el mar… y MGH matriculó en la carrera de Medicina que no pudo concluir porque se dedicó a la música o porque el moropo no le daba pa’ batirse con las materias a vencer.
El asunto es que el que se autodenomina a sí mismo como músico y escritor hace 5 años que no produce nada decentemente bailable y ha optado, desde hace tiempo, por destacarse en algo y, habida cuenta que no es súper en nada ni como músico, ni como escritor, descubrió que la única forma de sobresalir es arremetiendo contra los que sí han alcanzado la cima volando como el águila, mientras el continúa reptando por las faldas sin poder avanzar.
Arremetió contra Gente de Zona, Descemer Bueno y Haila, porque viven acá y viajan allá, endilgándoles cualquier cantidad de epítetos que solo demuestran cuánta envidia malsana es capaz de almacenar, regurgitando buche tras buche la bilis que lo ahoga en su impotencia.
Su último ataque (penúltimo hasta ahora, porque «de algo tiene que vivir») lo dirigió contra #SilvioRodriguezDominguez, quien sencillamente, ante la vulneración de sus derechos de autor por parte del grupo Orishas, comentó: «No lo autoricé. No pidieron autorización. Me parece un lamentable acto de parasitismo.»
MGH arremete contra Silvio y lo peor es que pretende exhibirse como un conocedor de la historia cuando señala que el fascismo solo asesinó a 6 millones de personas, seguro quizo decir judíos, aunque por esa línea jamás se atrevería a decir que el holocausto nunca existió, ya que se pondría en la mira de los israelitas, algo que dudo desee.
El asunto es que trata de despotricar de SRD y olvida que este siempre se ha caracterizado por decir lo que piensa, actitud que le ha granjeado las antipatías de algunos compatriotas (por suerte los menos), que fue el primero en sumar a otros y llevar su arte a las prisiones, a los barrios, el mismo que ha vivido como seguro morirá: defendiendo a la Revolución.
Y en sus chillidos de puta despechada, el «guapo de lejos», a la sazón del irreverente plagio, le llegó a esputar, al «hombre de las mil canciones»: “Es como matarte con tu propia bala”.
Cuánta mediocridad, cuánta falta de originalidad la de MGH «el escritor», quien, para atacar a SRD, necesitó plagiar una frase que le escupieran, en Miami, en su misma cara: ¡APLASTADO POR SU PROPIA BOLA!
*Editor de La Mala Palabra.