VALIENTES: La historia de Karla, ejemplo de solidaridad en la batalla contra la COVID-19

Cuando este domingo Karla Alonso respondió que sí a la llamada telefónica, no era consciente de lo que estaba haciendo. Actuó por instinto. Minutos después algo en ella se quebró. “Tuve miedo”, me dijo. Karla estudia periodismo en la Universidad de Matanzas. La han convocado como personal de apoyo para el cuidado de pacientes sospechosos…

Origen: VALIENTES: La historia de Karla, ejemplo de solidaridad en la batalla contra la COVID-19

A Trump solo le importa Trump. #TheTrumpWars

Por Félix Edmundo Díaz* @feddefe1917

Todos los días el mundo despierta, al menos la parte del mundo que duerme, buscando la «nueva buena» solo para descubrir «la última mala»; mi padre siempre decía «la penúltima», el Covid 19 ha demostrado no respetar fronteras, sexo, edades o credos, tampoco filiaciones políticas o ingresos personales, aunque todos sabemos que, en cuanto al dinero, los que mayores fortunas amasan cuentan con las posibilidades de acceder a los mejores servicios de salud y protección.

Y ojalá solo sea esta pandemia el único peligro que amenaza el planeta, pero no es así: un peligro mayor se cierne sobre la Tierra, se llama Donald Trump.

¿Por qué Trump es el mayor peligro mundial?

1. Está diagnosticado psíquicamente inestable, aparte de racista, mitómano, xenófobo, misógino, homófobo y cualquier otro adjetivo que describa el odio o desprecio por los semejantes.

2. De política no sabe un pedo.

3. Es el «commander in chief» de la potencia militar más grande del mundo. (El nombramiento le viene junto con el cargo de #Potus)

4. Se encuentra al final de su mandato y no ha cumplido un carajo de sus promesas de campaña. A saber, el muro en la frontera de México, subordinar a Rusia y China, enderezar a Irán y la RPDC, destruir a Cuba, Venezuela y Nicaragua y mejorar la economía de Estados Unidos, entre otras.

5. No ha lanzado «su guerra», esa que le viene «por plantilla» con la silla de la Oficina Oval, y soberanamente subestimó a un poderosísimo enemigo: el Covid 19.

De las tres primeras no hablaré porque se explican por sí solas, pero dedicaré unas líneas a las dos últimas.
Muchos especialistas explicaron, con razonamientos lógicos, que si Trump lograba evitar el impeachment saldría fortalecido y eso quedó en la historia, vaya, en la historia de un juicio sin testigos y pruebas documentales, pero esa es la ley… en Norteamérica.

No obstante, se esperaba que el Potus cumpliera las promesas que lanzó durante su campaña o que, al menos, honrara algunas de ellas, cuyos resultados, al día de hoy, son aproximadamente estos:

• El muro en la frontera común con México ni se ha terminado de construir y ya se está cayendo, todo ello a pesar de haber invocado la ley de emergencia nacional para recabar fondos, ya que evidentemente los mexicanos no le van a dar un puto peso.

• Las guerras de sanciones contra Rusia y comercial (aranceles) contra China ni se acercan a ser consideradas parejas, porque para los conocedores de la materia eran «guerras perdidas» antes de haberlas echado y ninguna de las dos potencias se ha montado en el carrusel gringo.

• El Potus asesinó a Suleiman (craso error político) y se salió del acuerdo nuclear, todo ello encabronó a Irán y este decidió comenzar a enriquecer su uranio, no sin antes darle un «trastazo» a una base militar gringa que «no nos causó ningún daño…», dijo el Potus, hasta que días más tarde reconoció las víctimas y todo el mundo calladito después de sombrerazo persa.

• En cuanto a la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), no hay mucho que decir, el Potus se reunió con Kim Jong-un, pretendió hacer ver que lo había agitado y parece que sí… el jovenzuelo acaba de hacer, a principios de este mes, tres pruebas de lanzamientos de misiles, nada, política exterior coreana: «me sofocas y te meto más duro», algo que los del sur de esa península saben bien.

• Cuba, Venezuela y Nicaragua, a pesar de «los paquetes de herramientas», viejas y nuevas, para «apretar tuercas» se mantienen incólumes y mostrando la unidad monolítica de sus pueblos con sus fuerzas armadas como premisa de la resistencia y la victoria.

• A mediados de 2019, la economía norteamericana, al menos en números, enseñaba una ligera mejoría con el incremento de empleos (de bajos salarios), pero hoy la realidad es otra, ya que las bolsas caen, nadie ve el fondo y la recesión amenaza con prolongarse en el tiempo.

• Trump no ha tenido «su guerra», en realidad, es tan torpe que ha pretendido fajarse con todos a la vez y, como es lógico, no ha ganado nada, pero ello es precisamente lo que lo hace más peligroso, de ahí que sea ingenuo descartar cualquier acción aislada (asesinatos selectivos o «golpes quirúrgicos») contra alguno o algunos de los «rincones oscuros» de este hemisferio, léase Cuba, Venezuela y Nicaragua. De hecho, Trump acaba de actuar como lo que es, un mafioso, y le ha puesto precio a la cabeza de Nicolás Maduro, lo que solo significa que trata de hacer «su guerra» con las manos de otros, a la usanza del viejo Oeste.

El Covid 19 es el peor enemigo al que se enfrenta el Potus y como Estados Unidos no se permite ser segundo de nadie, ahora mismo son los primeros del mundo en la cifra de contagiados; todos saben que Trump, por su ineptitud e indolencia, es el responsable de la tardía reacción del gobierno ante las alertas de los especialistas, lo que presupone dos preguntas: ¿tiene Estados Unidos la vacuna y la pretendida compra de la farmacéutica alemana fue solo una finta? ¿estamos presenciando un Maine o un 9/11?

Cualquier punto de los analizados lleva una matriz implícita y convergente: impopularidad/ajuste de cuentas ante las urnas/pérdida del ciclo republicano. Por ello viene el mayor de los peligros: estado de emergencia/suspensión de las elecciones/prolongación en el poder mientras llega la cura del “inusitado” virus.

La Mala Palabra en esta historia ya está planteada, mientras queda esperar por el desenlace, alertar, difundir, denunciar, resistir y vencer, no hay de otra ante tanto poder desplegado.

A nuestro juicio, todo puede ser, Trump es tan hijo’eputa que no le importaría sacrificar la vida de miles de norteamericanos con tal de dar «el golpe de la sanación» y asegurar su reelección.

Para el resto del mundo, los enfermos y sus familias, y los sanos, nuestros sinceros parabienes y este mensaje de alerta, porque a Trump solo le importa Trump.

*Editor de La Mala Palabra.

¿Dos millones de dólares? #CubaEsSalud #CubaSalva #MSBraemar

Por Félix Edmundo Díaz* @feddefe1917

¡Dos millones de dólares! Es la frase que recitada como las tablas de multiplicar repiten algunos fuera de Cuba con un inaudible eco interno.

¡Dos millones de dólares ganará Cuba por permitir el atraque del MS Braemar! Siguen vociferando.

¡Dos millones de dólares! Y permiten que los enfermos con Covid 19 entren a Cuba.

¡Basta ya!

Mi ¡Basta ya! es para todos los carroñeros que se atrincheran, tras su nauseabunda doble moral y los falsos sentimientos de inseguridad, para atacar el gesto solidario del gobierno y pueblo cubanos.

A todos esos (por favor, las perras no se sientan excluídas) les hago estas preguntas:

¿Si algunos de los que estaban a bordo del MS Braemar fueran sus parientes, los dejarían al pairo?

¿No removerían cielo y tierra para regresarlos a ustedes sanos y salvos, o enfermos para sanarlos?

¿Cuánto valen sus madres?

¿Cuánto valen sus padres?

¿Cuánto valen sus abuelos?

¿Cuánto valen sus hijos?

Todos en ese barco tienen a alguien que los espera y daría lo que no tiene para abrazarlo de nuevo.

¿Qué coño son dos millones de dólares?

¡Dos millones de dólares ni alcanzan para comprar los medicamentos de los niños enfermos de cáncer en Cuba!

Para los miserables que ladran dos millones es una montaña de dinero, comparada con el 0,001%** de esa cifra, monto por el cual lo mismo ladran, meten un bochinche en la calle 8, o se afeitan las nalgas (o no) y las sacan por las ventanas.

¡Respeten carajo!

*Editor de La Mala Palabra

** 20 dólares

AL MUERTO NO SE LE DA VIDA. #SomosCuba

Por: Javier López Fernández*

Tengo una persona muy querida que cuando en el deporte existe la posibilidad inminente de que el contrario pierda, expresa locuaz: “al muerto no se le da vida”. La emplearé esta vez, en calidad de préstamo para tratar un tema de naturaleza política. No se molestará, por “mis asuntos” entrega hasta la vida, así que tomar «su frase célebre” no hará mella en una relación de 25 años.

El asunto que la trae a colación anda circulando desde hace unos días en las redes sociales, es un texto que toca el tema “de siempre” con cierta solemnidad y carácter histórico: los “sacrificados héroes” de la contrarrevolución cubana. El panfleto comienza con el dichoso llevado y traído tema de la bandera y el uso que da a la enseña nacional un supuesto artista o apóstata cubano para expresar su idílico “amor mediático”, aunque en realidad la ida que trasmite la coloca en la categoría de irrespetado “trapo”, amén de la impugnación contestataria a la ley de los símbolos patrios. Como es lógico, el nombre del susodicho no será mencionado por aquello de la frase de marras.

“Laura Pausini cubre su cuerpo con la bandera cubana y eso es simpatía con Cuba, no desacato y ultraje”. Así comienza el alegato “rememorativo” otro “sin nombre”, efectivo de una serie de sujetos que “juegan” en el cotizado equipo de la contrarrevolución, financiada por los poderosos mentores yankees, sus entrenadores de la CIA y de otras agencias. Así el texto cubre de halagos y adjudicaciones heráldicas a otros apóstatas que no daré vida al mencionarlo. Desde esta perspectiva no es necesario hacerlo, porque de haber ganado la partida hubiesen llevado a Cuba a situaciones extremas y complicadas.

Cuentan en la lista personas tan engañosas como el poeta inválido que, ante la sugerencia de la seguridad cubana, en uso de las facultades que hicieron caminar a Lázaro con un simple “levántate y anda”, llegó por sus propios pies al avión que lo llevaría al paraíso. También habla del condecorado apátrida que, en su doble juego, recibió honores del “oficial” operativo, quien le impuso una flamante medalla y la emoción le hizo expresar, en perfecta pose militar, “a la orden” (pudo ser arte). Reseña también las acciones del profeta que lamentablemente en un accidente de tránsito sesgó su vida… para terminar el pretendido artículo dando aire al “repartidor de golpes”, el mesiánico que hizo famoso a Quiñones. Entonces qué trata de ofrecer este artículo?

Simplemente una enmarañada relación de ideas, cuyo objetivo es fabricar héroes y ofrecerlos a la juventud, frescos y lozanos. Confundir y extorsionar las mentes de quienes no vivieron, por la corta edad, un largo proceso contrarrevolucionario que mutiló o dejó sin vida a ciento de cubanos: EL Escambray, Girón, Barbados y muchos nombres como no es posible reseñar en un texto escrito para ser leído de forma sucinta. Remueve la consciencia pensar que la oposición pagada con la nómina de la CIA sea considerada una casta heroica. Que organizaciones como la FCA y su brazo armado, en perennes actos y operaciones subversivas —cubiertas y encubiertas— hayan intentado comprometer la independencia y la soberanía de nuestra nación.

“Al muerto no se le da vida”, el partido se juega crudo. “Si nos hacemos de miel
nos comen…”. A los jóvenes hay que explicarles. Por otra parte, resolver con tibiezas los problemas que a lo interno dañan la revolución (autocontrarrevolución), todo lo cual nos condena al inmovilismo por quienes el bloqueo ha hecho mellas en la percepción de la realidad y la posibilidad de oportunas decisiones, resulta una agravante. Si las ideas renovadoras no acompañan el estudio y la difusión de la historia construida por el pueblo a lo largo de 60 años, poco se puede hacer con un discurso que no sería patriótico, sino patriotero. Le haríamos el juego más fácil al equipo contrario.

Un detalle: no somos perfectos, jamás lo hemos dicho y menos aún pretendido, hemos cometido errores y no estamos exentos de cometer otros, porque, sencillamente, amén de acusaciones de «copismos» históricos y que alguno u otro se nos pegara, esta fue, es y será, en toda su esencia, una Revolución autóctona y hecha impensablemente a 180 kilómetros del imperio más poderoso del mundo, contra el que, además, libramos una guerra sucia desde hace más de 60 años.

Somos una plaza sitiada y, a diferencia de otros pueblos en la historia universal en similares condiciones de hostilidad, jamás se ha torturado, asesinado o desaparecido a ningún compatriota por pensar diferente, aun cuando en su diferencia hayan aupado el estrangulamiento del país o la mismísima intervención armada del imperio

Queda mucho por hacer y la juventud cubana es noble y tiene valores. Vamos por ellos, que es igual a garantizar, sin más, la continuidad histórica. Por ejemplo, demos la oportunidad a los jóvenes talentos que crean por amor y convicción, y muchas veces no reconocemos o visualizamos porque el posicionamiento de “otros” quedaría en tela de juicio (cosas de la naturaleza humana y la competencia). Estoy convencido que en el “team” de pinos nuevos muchos harán, con toda seguridad, de la bandera cubana símbolo de arte y cultura, de entrega y amor, contrario a la necesidad de copiar, pegar o inducir a leer artículos contrarrevolucionarios por insatisfacciones.

*Profesor Investigador en la UH, antes fue Vicerrector de Investigaciones y Decano de la Facultad de Ciencias Técnicas de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz. (Nota del editor)

La afrenta entendida por arte.

Me tomé la atribución de «robar» este magnífico análisis del compatriota Marco Velázquez Cristo y, con mi mayor respeto al autor, me abstuve de poner la foto que acompaña estas líneas, ya que estoy convencido que no es necesaria para entender el sentimiento que se defiende… son sobradas, a mi juicio, las repeticiones de tan grotescas y ofensivas imágenes. (Nota del editor)

Por: Marco Velázquez Cristo.

“… valoramos las creaciones culturales y artísticas en función de la utilidad para el pueblo, en función de lo que aporten al hombre…”

Fidel.

La detención del contrarrevolucionario Luis Manuel Otero Alcántara ha despertado el “civismo” de algunos que se han lanzado a defenderlo en nombre de la “libertad de creación”. Detrás de todo esto hay mucha hipocresía, busca de perdones previendo un cambio de escenario que no va a suceder en Cuba, afinidades ideológicas con los que desde Miami y el gobierno de Estados Unidos desean el fin de la Revolución, sin descartar el enfermizo vedetismo mediático que impulsa a no pocos de estos “ciberjusticieros” a, sin importar la calaña de la supuesta “victima”, quebrar lanzas por ella. A los menos les doy el beneficio de la duda y los entiendo mal informados sobre el asunto.

La libertad de creación no puede ser entendida, confundida o reclamada para: justificar afrentas, aprobar formas de hacer contrarrevolución, transmitir mensajes y valores ajenos a la decencia, infractores de las normas morales o contentivos de difamaciones o calumnias. Tampoco puede ser invocada para intentar frenar la acción de la justicia ante un hecho delictivo.

Aprovecho para aclarar que Otero Alcántara no está detenido por ningún delito asociado a su “creación artística” sino por ultraje a la bandera y tiene otra causa pendiente por daño a la propiedad.

En este contexto comienzan a aparecer ideas y conceptos que resultan bochornosos y totalmente carentes de sustento. Resulta la pretensión de transformar en “ley” opiniones propias y tratar de imponerlas ignorando o violando lo que establece la verdadera ley, esto desdice de los que asumen tales conductas y pone en tela de juicio la transparencia de sus posiciones.

En el caso que nos ocupa, seguido de acuerdo al debido proceso que establece la legislación cubana y no la de ningún otro país, respetándose todos los derechos del procesado, algunos exaltados “olvidados” de la ley, piden que se aplique lo que ellos entienden justo: permitir la impunidad de un delito.

Nadie tiene una patente de corso para violar la ley.

Hablan de derechos, bien, la Declaración Universal de Derechos Humanos en su Artículo 29 establece: “En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley, con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general…”

¿Qué dice el Código Penal cubano acerca del ultraje a la Bandera?

En su Capítulo III, ULTRAJE A LOS SÍMBOLOS DE LA PATRIA, ARTÍCULO 203, establece: El que ultraje o con otros actos muestre desprecio a la bandera, al himno o al escudo nacional, incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas.

Ese es el límite que establece la ley cubana, el válido, no el de la licencia universal que dicen tener los “ciberjusticieros”, por cierto no respaldada por ningún documento legal.

“…dentro de una línea de justicia, el oficio que pueda tener una persona no debe ser causa de impunidad…”

Fidel. (Libro Cien Horas con Fidel.)

En este contexto otros ciberjusticieros les echan la culpa a funcionarios del Estado de los show que contribuyen a orquestar ellos mismos, acompañando a los apátridas en campañas mediáticas como la que estamos viendo por la impunidad de Otero Alcántara. Piden cárcel para estos, mientras demandan la libertad del verdadero criminal.

Para ellos, exigir el respeto a la ley, no tolerar la impunidad de viles acciones mercenarias, defender la Revolución es desprestigiar al país. Quienes realmente transmiten mensajes que denigran a la patria son ellos, los cuales en su conjunto dibujan una imagen de sociedad y Estado totalmente distorsionada y alejada de la realidad; en la cual aparecemos como un pueblo de corderos incultos dominados por un gobierno totalitario e inepto que ignora la voluntad popular.

Desprestigiar al país y su cultura es darle la calificación de obra de arte a fotos que representan ultrajes a la bandera por quien califican de “artista”, ¿qué pensaran los conocedores del arte de allende los mares de la defensa que hoy hacen artistas cubanos de semejantes afrentas?, ¿qué imagen se está transmitiendo de la obra revolucionaria en la cultura? En eso deberían pensar antes de enrolarse en este nuevo chancleteo mediático, en el que comparten escenario y se dan la mano con lo más rancio de la contrarrevolución.

Debido debe ser aclarado que, no porque se hayan cursado estudios en alguna carrera vinculada al arte, todo lo que se produzca es arte, porque si así fuera, entonces, si alguien con un título en alguna de ellas, se sienta en la escalinata del Capitolio a drogarse, o defeca en medio del Bulevar de San Rafael, ¿habría que entender eso como perfomances? Por favor muestren decencia.

“Si el arte no nos hace mejores, entonces ¿para qué sirve?”

Alice Walker

No pocos de los que hoy defienden a Otero Alcántara, en su momento criticaron el intrusismo de seudoartistas en la esfera cultural por considerar justamente que, vulgarizaban, y creaban tendencias de consumo a “producciones artísticas” carentes de los valores ético morales que, deseamos formar en nuestra sociedad. Dañinos para esta y la cultura nacional. ¿Ahora qué?, sí, ¿qué los hizo cambiar de opinión?, porque están defendiendo cosas tan censurables o más de las que criticaron. Vamos sean coherentes, dejen la hipocresía y digan los verdaderos motivos que los animan.

El calificativo de ingenuos no les cabe, todos tienen un nivel de instrucción e información lo suficientemente alto como para no cometer ese pecado.

George Bernard Shaw, dramaturgo y crítico irlandés, considerado como el segundo dramaturgo en lengua inglesa más importante tras William Shakespeare, decía, “Usas un espejo de cristal para ver tu cara; usas obras de arte para ver tu alma.” Si nos abstraemos y elevamos a esa categoría los despropósitos mercenarios de Otero Alcántara muy negra debe de andar su alma.

Mi pretexto.

Por Félix Edmundo Díaz* @feddefe1917

Nació pobre en 1938, condición que per se negaba cualquier júbilo de onomástico que resultare ajeno a lanzar «chapitas» o alguna que otra pelota de trapo.

Abrió puertas en el nigth club de Misiones por la comida o el penique salido de alguna mano agradecida o piadosa; a los 10 años de edad la única dignidad es ganar una pelea callejera o responder a piñazos ante un «¡tu madre!».

Ni hablar de otra educación que la del cinturón blandido por la asturiana madre de cuatro hijos, ante la mirada del inagotable cansancio del gallego, tan analfabeto como ella, que, día tras día, vigilaba las cocinas de la fonda en que trabajaba para sostener la familia.

El tercer grado apurado, las lecturas por placer y las imágenes cotidianas de miseria y desigualdad fueron moldeando al joven que, primero clandestino y después guerrillero, vio el triunfo de Enero.

Unos años después la primera misión internacionalista de dos que cumplió, estudió «estimulado» por una orden directa y sirvió a su país durante muchos años.

Esa fue la etapa de su vida en la que, en familia o entre camaradas, pudo (cuando se podía) celebrar sus cumpleaños, pero nada en la vida es perfecto.

Amaneció el 5 de marzo de 2013 y conoció la terrible noticia que coincidía con su cumple 75.

La llamada fue corta por la parquedad de su ánimo y tajante en su negativa a recibir a algún que otro familiar, incluídos sus nietos.

Su dolida frase «no tengo nada que celebrar» lo acompañó otros cuatro años, y, al dolor por el recuerdo del mejor amigo de Cuba, sumó el de la pérdida de quien fue su guía y ejemplo.

Estas líneas son mi pretexto para recordar, aun desgarrándome el alma, a tres hombres muy queridos.

FE, 5/3/2020

*Editor de La Mala Palabra.