Por Félix Edmundo Díaz* @feddefe1917
A solo unos día de ofrecer 15 millones de dólares por la cabeza de Maduro, el sicario Mike Pompeo, bellaco como el más, anunció ayer el nuevo ataque de EEUU a la Revolución Bolivariana.
Según dijo, EEUU levantará las sanciones a Venezuela si se cumplen las siguientes condiciones:
1. Nicolás Maduro (electo democráticamente por los venezolanos) tiene que abandonar el poder.
2. Formar por la Asamblea Nacional, casi hasta ayer en desacato, un gobierno de transición sin Maduro.
3. También sin Guaidó, quien era presidente encargado por Washington y «no dio la talla» por enseñar las nalgas, robar, asociarse con narcoparamilitares y otros detallitos.
4. «Elecciones libres» en un período de seis meses a un año.
Y después de todo ello, si EEUU consideraba que no había fraude en las elecciones, entonces levantarían las sanciones contra Venezuela.
¿Dónde yo leí esto?
Coñó, ahora que me acuerdo, este es el mismo remedio con el que han querido «curar» a Cuba y nosotros siempre hemos optado por recomendarle al gobierno de EEUU que se meta la receta por el qlo.
¿Pero por qué la premura? ¿Por qué una medida encima de la otra?
Trump está en una carrera contra reloj en una campaña electoral donde es el único contendiente activo y no la está ganando, porque, a estas alturas, podría pretender culpar a Obama por el colapso del sistema de salud para enfrentar al Covid 19, pero todos saben que fue «pelusa» o «tusa» el que asesinó al Obamacare.
El «presidente naranja» (ayer parecía un tomate porque se pasó en el «bronceado» y solo tenía claros los espacios de las tapitas de pepino sobre los ojos) tuvo que extender la cuarentena, en contra de su voluntad, hasta el 30 de abril y la crisis ya apesta a recesión.
Trump no ha cumplido las promesas que lo llevaron (en contra del voto popular) a la Oficina Oval y como «el dominó casi está trancao», ha apostado por la referida a Venezuela y acabar con el legado de Chávez.
De ahí que después de promover, una vez más, el magnicidio de Maduro y constatar el respaldo de las FANB a este, han optado por «los cantos de sirena» y la presión de las sanciones para provocar la salida de Maduro del poder. Ya lo dijo el imbécil de Trump y, como papagayo, lo repitió Mike Pompeo: todas las opciones están sobre la mesa.
El asunto es que Mike está dirigiendo la política exterior de EEUU como cuando era director de la CIA, a golpe de sanciones, asesinatos selectivos y operaciones encubiertas, todo lo cual lo ha convertido en el matón predilecto del mafioso de la Casa Blanca.
Es solo una opinión.
*Editor de La Mala Palabra.