«Libertad de expresión» vs. verdad (I parte)

Por Félix Edmundo Díaz* @feddefe1917

La libertad de expresión es un derecho y una responsabilidad y, aunque algunos se nieguen a «cargar» con la última, suscribo la sentencia de que cada cual puede decir lo que quiera y tiene (subrayado) la obligación de responder por sus palabras, idea esta cuya génesis ha de ser el refrán: uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice.

El asunto es que el aparato mediático del imperio y sus replicadores, en un oficio que tiene siglos de engranajes bien lubricados, son alérgicos a la verdad, y, como esta es la batalla que se nos presenta, estamos obligados a echar la pelea en ese mismo espacio y con sus propias armas, que no sus tácticas.

La aparición de la objetividad y lo justo desde ese bando es baldía esperanza solo comparable a la ridícula espera a que el olmo de peras, de ahí que ellos tengan la libertad de expresión para mentir y ofender y nosotros la de hacer uso del legítimo derecho a la defensa que, no pocas veces, es coartado por la presencia de un «tercero interesado», que obrando como facilitador-observador siempre será padrino del otro bando y juez de nuestros actos con lo que hace añicos la cacareada imparcialidad.

Por ejemplo, si un malnacido publica la aparición de un desalmado que pregona: Cuba es una prostituta, no importa cuanto lo denuncies, el post permanecerá intacto; sin embargo, cuando un cubano, como le sucedió al amigo Javier López Fernández, le responde al fascineroso u otro similar: los yankees son unos hipócritas, entonces, el facilitador-observador-padrino-juez te castiga a «72 horas sin publicar», con la sanción accesoria de la «advertencia-amenaza»: la próxima será peor.

El profesor Luis Toledo Sande, quizá, sin la intención directa de reguardarnos de esos castigos, pero siempre muy oportuno, reflexionaba hace unos días en la necesidad del uso correcto del idioma y las buenas formas, y en la necedad del improperio o insulto que solo nos «acerca» a la minúscula estatura moral del adversario.

Es común que la expresión oral difiera un tanto de la escrita ante la ausencia de gestos que, al día de hoy, pueden suplirse con emojis, jamás tan expresivos como como «una mano cerrada con el dedo del medio erecto hacia el cielo» en tamaño real, también es cierto, como decía la inmensa Celima Bernal, que no existen las «malas palabras», siempre que el contexto las justifique.

Por ello, este es un llamado a todos los cubanos que sienten por su país, la batalla está planteada, conocer el terreno y al enemigo es una prioridad; la verdad hemos de convertirla en nuestra lanza y escudo, porque mientras más visibles seamos, en esa misma proporción nos haremos objetivos de sus mentiras y ataques… y de las sanciones del «tercero interesado».

PS. Cualquier coincidencia con la realidad es intencional.

*Editor de La Mala Palabra

Mariposa #CeliaSanchezManduley #laflormasautoctona

Por Félix Edmundo Díaz* @feddefe1917

La mariposa

Rompió la menguante el llanto
De tu arribo a Media Luna,
Cuando en tu sobria cuna
Te arrulló el guajiro canto.

Guía de amor y del alma
Fue el padre-médico-amigo
Y te sembró, flor verdadera,
Y veló su regio cultivo.

Excento del cómodo lujo,
Vio germinar con orgullo
El menudo cuerpo tuyo
Cual silvestre escaramujo.

El Turquino de Martí contigo
Fue su clase más genial
Del noble esfuerzo colosal
De hacer al cielo su abrigo.

Fuiste calle, loma y risa,
La primera mujer-soldado,
Y la barba del héroe alado
Rozó tu mano sin prisa.

Estás en cada rincón
Y en las risas de los niños,
A ti te envidia el cariño
Tu sencillez y pasión.

Por ello el tímido el rubor
En la barbuda mejilla,
Y a la pregunta sencilla,
Dijo: sentía amor.

Cuán inmensa reapareces
En tus silentes tormentas,
Si en un siglo no te ahuyentas
Y tú, Mariposa, reverdeces.

*Editor de La Mala Palabra

¿Negocio o negoció? (III parte) Los que hablan de política en la Florida no son artistas


Por: Javier López Fernández (opinión)

Los textos seriados que anteceden esta reflexión tratan sobre el llamado «intercambio cultural», acción de «buena voluntad» que, por un tiempo, promovió las tibias relaciones entre los EEUU y Cuba, fundamentalmente «para» el escenario de la Florida, núcleo global de la emigración cubana.

Amparados en los albores del «descongelamiento», un sinnúmero de artistas cruzaron las 90 millas que separan ambas naciones en unos 45 minutos de vuelo, para encontrarse un contexto desconocido. Tal vez, parecido al de antes de 1959, dominado por managers y «buscadores de talentos», ahora profusamente politizado y convertido en campo de influencias ideológicas adversas al socialismo en la isla. Nadie puede desconocer que allí han confluido históricamente «destacados» opositores a la Revolución cubana.

Prácticamente «conviven» tres generaciones que, por diversas vías y con el auspicio de varias administraciones norteamericanas, han utilizado todos los medios beligerantes para doblegar el proyecto radical que expropió, hace 61 años, a magnates y empresarios, los mismos que aún cabildean con el poder legislativo para conseguir leyes extraterritoriales como la Torricelli y Helms Burton, engendros hostiles de profundas bases político-económicas.

Solo un ser humano ingenuo puede creerse que «el intercambio» no ha
estado ajeno a propósitos netamente subversivos y, en consonancia con
las aspiraciones, convertidos en tareas para ridiculizar y desconocer los inefables logros de la Revolución.

Cierto es también que el 100% de los artistas que han cruzado el estrecho de la Florida, por fama y dinero -¿por qué no?- crecieron y se formaron en las instituciones culturales de la isla bajo preceptos socialistas, con los influjos de las cruentas limitaciones de un bloqueo económico y financiero que ha impactado no solo en la economía, también en todos los ámbitos de la sociedad, provocando males que han lastrado el desarrollo de la Cuba pensada «con todos y para el bien de todos», amén de los errores que en la praxis revolucionaria los hombres hemos cometido.

Resulta más claro hoy que la estrategia de desgaste seguida no se ha alejado ni un milímetro de la utilizada por los servicios de inteligencia occidentales para desmembrar, paso a paso, el socialismo europeo. El éxito de aquellas se ha replicado con maquillaje edulcorado e iguales propósitos sobre el reducto que sostiene la lucha por un mundo mejor.

A raíz de los primeros «artículos» publicados en facebook muchos
internautas se expresaron abiertamente, en mayoría, radicalizando la «tozuda» posición de la vilipendiada nación antillana, otros, más discretos, por Messenger y WhatsApp, siempre comunicando criterios, observaciones y puntos de vistas. Es importante reconocer que la retroalimentación, en todos los casos, ha refrendando respetuosamente la lógica expuesta, incluso la de perspectiva contraria, y no es casualidad la cautela mostrada.

Al calor del ataque contra la embajada cubana en la capital del Imperio se han visto obligados a ser cuidadosos, incluso los que se desenvuelven en «el núcleo duro» de la Florida reconocen que el hecho terrorista les ha restado fuerzas a sus razones. En otras circunstancias hubieran fusilado cada línea.

Sin más, la influencia de la descarga de odio, proveniente en gran medida de la «tiradera cultural» incitó el desequilibrio de un sujeto, lastimosamente evangelista, hasta llegar a ametrallar las
instalaciones del territorio cubano, precisamente en el eje político de la poderosa nación. Está demostrado que el caldo de cultivo ha «batuqueado» y también «enriquecido» la posición de algunos «artistas» incitados y excitados por conocidos “influencers” en las redes sociales.

Queda claro entonces que no es casual que «el todo y sus partes» tenga como raíz el desprestigiado «intercambio cultural» y el grupo de sujetos que mercantiliza la «noble acción», en esencia, hayan sido blanco y arma a la misma vez; y, como en este mundo se cree en la evidencia (hechología), algunos amigos han pedido la denuncia directa (nombres y apellidos) de los implicados.

La intención del autor es denunciar el método y sus procedimientos,
considerando que «muerto el perro seacabó la rabia». De esta forma, llamar la atención sobre la superestructura para dejar que legisladores y autoridades cubanas se encarguen de los análisis y medidas pertinentes sobre las personas naturales que, con ingenuidad inusitada, promueven el actual escenario de odio, sin más, es la sabiduría popular puesta al servicio de nuestra verdad.

Como expresé anteriormente: «basta sumergirse en las aguas no tan turbias» para encontrar los autores intelectuales del engendro. Para los que gustan de evidencias comparto «el compendio de ideas» comentadas por «amigos» que se encuentran en la Florida a razón del intercambio. Sus interpretaciones, aun las opuestas, se transcriben despersonalizadas por razones de seguridad, sencillamente se encuentran «en el núcleo duro» de artistas, presentadores y otras figuras que conviven con los «Tour Managers» y «Booking» de la Florida, «brazo ideológico» voluntarioso al servicio de la mafia anticubana.

Estas son, sin más, verdades irrefutables:

«Cómo te dije el artículo es muy bueno. Pero hay puntos en los que me voy a detener, no para que cambies tu opinión, sino para tratar de explicarte cómo funciona este mal llamado intercambio cultural y (demostrar) donde nace el mal que separa a los cubanos. Por ponerte un ejemplo, en UNIVISIÓN, Telemundo y otras emisoras de la Florida la mayoría son mexicanos. Tienen chismes, paparazzi que se dedican a meterse en la vida de los artistas, pero están muy unidos, se respetan y la política es casi nula. Si te fijas los cubanos que trabajan ahí no llegan a dos» (…) «que te quiero decir con esto, es muy sencillo: los cubanos siempre fuimos de una estirpe elegante pero hay un grupo de razones políticas y de la propia práctica de la revolución, que dieron al traste con las relaciones respetuosas y elegantes entre cubanos» y continúa, «por ello aquí el comunismo no tiene cabida».

«Es extremadamente exacto tu comentario acerca de los productores que se encargan de traer artistas, la mayoría, por no decir todos, son unos delincuentes, abusadores, estafadores, en fin, no tienes idea de cómo se sufre. Ahora bien, el intercambio cultural es una ley no solo para estas dos orillas, es mundial». Para venir «tienes que pagar la entrevista que son $90.00, después un permiso que se llama i-129 que no recuerdo cuánto cuesta, una VISA de trabajo que vale $1500.00, más el seguro médico, hospedaje, transporte y una dieta diaria mínima de $50.00, también cuentan el pasaje y la promoción entre otros gastos que corren por los que nos traen. Bien, la ley dice que yo no puedo recibir dinero ni cheques, pues es ilegal, que quiero decir con eso, que ellos tienen gastos y si les da la gana ni nos pagan».

Y termina la conversación: «cuando fui al canal «tal», el que me trajo les hizo firmar una cláusula dentro del contrato por el valor mío (que en el argot artístico se llama caché) y otra cláusula donde prohibe tocar temas políticos, quiere decir que nadie está obligado a hablar de política para poder trabajar o cobrar, los que hacen eso no son artistas».

De todo lo anterior se pueden deducir las siguientes ideas esenciales:

1. Los artistas que participan del intercambio cultural son objetos y
sujetos de la «explotación laboral», amañada por los Tuor Manager y
Booking. Queda claro que las presentaciones ocurren bajo contratos establecidos entre representantes y dueños de los espacios de presentación donde el artista «no cuenta» (televisoras, teatros, etc.), sin embargo, también se producen presentaciones en otros espacios «informales» no sujetos a
regulaciones legales. Formando todos en su conjunto un gran negocio donde se llevan la mejor parte sujetos manipuladores e inescrupulosos
que violan las leyes de los EEUU.

2. Los artistas que se muestran hostiles a la Revolución cubana «no están obligados» ha asumir tales actitudes en su relación directa con las instituciones oficiales, aunque los representantes se quedan con la “mascada”. Quienes los hacen —éticamente— no son artistas. Sin
embargo, se explayan ante los llamados medios alternativos, donde la relación entre “influencers” y «representantes» es ampliamente demostrable. Por tanto ¿es un negocio entre aquellos o negoció el artista? Lo que queda claro es que “el peje muere por la boca”… y por la conducta.

3. Corresponde a las autoridades cubanas profundizar en las conductas nocivas e ilegales que ciudadanos residentes en la Florida y artistas nacionales —de tránsito— asumen de forma dolosa contra el sistema político y económico. Pues las nuevas formas del crimen de odio y la incitación al terrorismo tienen como basamento las relaciones que se han establecido y desarrollan dentro del marco del «intercambio cultural».

4. Por su parte, corresponde al «mundo de la cultura» cubano bien utilizar todos los escenarios y posibilidades dentro de la Isla para promover la expresión y el reconocimiento de la cultura que se produce acá. Hoy se radian y televisan con mayor «ímpetu» los artistas que
“viven más tiempo” en el exterior, aquellos están en ventajas sobre los del patio que no alcanzan “el favor” de la maquinaria publicitaria capitalista. Por lo general desconocemos que un artista es «más fiel» en tanto actúa para «su público», en la sinergia lo respeta y se compromete. Algunos de los «ingenuos» ni siquiera son conocidos y reconocidos en la isla por el segmento más vulnerable, los jóvenes. Los artistas, sin más, quedan a expensas de “la fama y el dinero» externo y al volverse a la creación “autóctona” ya no sienten “lo mismo” por la promoción de los valores a que aspiramos.

La política intencionada del imperio no ha dejado de ser la misma por 61 años. Los métodos de confrontación pueden haber cambiado pero el objetivo es sostenido. Quienes «negocian» con el enemigo tienen
tratamiento legal en cualquier país (Ley Patriota en USA, por ejemplo), por tanto, nos asiste el derecho de evitar a toda costa que se susciten actos de odio contra la nación cubana y su pueblo. El sistema jurídico cubano debe considerar los delitos de esta índole y la severidad en su aplicación. Entre dos sistemas confrontados la ingenuidad tiene un
elevado precio y se paga comprometido la esencia de tanto sacrifico. Debe quedar claro para los «traficantes de activos del arte» y para los «influencers» que toda acción conlleva a una reacción, en este caso Revolucionaria.

Fin de la serie.

El autor, con los comentarios ofrecerá un resumen final de regularidades.

#jlopezfdez

Ex boina verde estadounidense lideró intento de invasión contra Venezuela

El ex boina verde estadounidense Jordan Goudreau (centro) ayudó a entrenar a las fuerzas mercenarias contra Venezuela.

En este artículo: Estados Unidos, Golpe de Estado, Mercenarios, Venezuela

4 mayo 2020

La agencia de noticias estadounidense AP publicó un reportaje de investigación sobre los planes organizados en Colombia con ayuda de fuerzas estadounidenses para invadir Venezuela y provocar un alzamiento militar que derrocara al gobierno de Nicolás Maduro.

Aunque la agencia asegura no haber encontrado pruebas de la participación oficial del gobierno de Estados Unidos en dichos planes, los testimonios presentados en el reportaje muestran el nivel de participación de asesores de ese país y el conocimiento de importantes figuras de la oposición venezolana que cuentan con el apoyo de Washington.

Por su valor documental sobre los planes norteamericanos contra la revolución bolivariana, Cubadebate comparte con sus lectores el texto íntegro del reportaje de AP:

MIAMI (AP) – El plan era simple, pero peligroso. Unos 300 voluntarios fuertemente armados se colaron en Venezuela desde el extremo norte de América del Sur. En el camino, atacarían bases militares en el país socialista y provocarían una rebelión popular que terminaría en el arresto del presidente Nicolás Maduro.

¿Qué puede salir mal? Como resultado, casi todo.

El líder del complot ahora está encarcelado en los Estados Unidos por cargos de narcóticos. Las autoridades de los Estados Unidos y Colombia están haciendo preguntas sobre el papel de su musculoso asesor estadounidense, un ex Boina Verde. Y docenas de combatientes desesperados que acudieron en masa a campos de entrenamiento secretos en Colombia dijeron que los habían dejado valerse por sí mismos en medio de la pandemia de coronavirus.

El intento fallido de comenzar un levantamiento se derrumbó bajo el peso colectivo de una planificación escasa, disputas entre los políticos de la oposición y una fuerza mal entrenada que tenía pocas posibilidades de vencer al ejército venezolano.

«No vas a sacar a Maduro con 300 hombres hambrientos y sin entrenamiento», dijo Ephraim Mattos, un ex SEAL de la Marina de los EEUU, que entrenó a algunos de los posibles combatientes en primeros auxilios.

Esta extraña e inédita historia de un llamado a las armas que se estrelló antes de su lanzamiento se basa en entrevistas con más de 30 oponentes de Maduro y aspirantes a luchadores por la libertad que estuvieron directamente involucrados o familiarizados con su planificación. La mayoría habló bajo condición de anonimato, temiendo represalias.

Cuando surgieron indicios de la conspiración el mes pasado, los medios estatales controlados por Maduro lo retrataron como una invasión provocada por la CIA, como el fiasco cubano de la Bahía de Cochinos de 1961. Una investigación de Associated Press no encontró evidencia de la participación del gobierno de EEUU en el complot . Sin embargo, las entrevistas revelaron que los líderes de la oposición respaldada por Estados Unidos en Venezuela sabían de la fuerza encubierta, incluso si rechazaban sus perspectivas.

La planificación de la incursión comenzó después de una revuelta en el cuartel del 30 de abril de 2019 por parte de un grupo de soldados que juraron lealtad al posible reemplazo de Maduro, Juan Guaidó, el líder de la oposición reconocido por los EEUU y otras 60 naciones como el líder legítimo de Venezuela. Contrariamente a las expectativas de los Estados Unidos en ese momento, los principales asesores de Maduro nunca se unieron a la oposición y el gobierno rápidamente anuló el levantamiento.

Unas semanas después, algunos soldados y políticos involucrados en la rebelión fallida se retiraron al JW Marriott en Bogotá, Colombia. El hotel era un centro de intriga entre los exiliados venezolanos. Para esta ocasión, las salas de conferencias estaban reservadas para lo que un participante describió como la «cumbre de tontos de Star Wars contra Maduro»: desertores militares acusados de narcotráfico, financieros turbios y ex funcionarios de Maduro que buscaban la redención.

Entre los pescadores en el lobby abierto estaba Jordan Goudreau, ciudadano estadounidense y tres veces ganador de la Estrella de Bronce por su valentía en Irak y Afganistán, donde se desempeñó como médico en las fuerzas especiales del Ejército de EEUU, según cinco personas que se reunieron con el ex soldado .

Aquellos con los que interactuó en los Estados Unidos y Colombia lo describieron en entrevistas alternativamente como un patriota amante de la libertad, un mercenario y un guerrero talentoso marcado por la batalla y muy por encima de su cabeza.

Dos ex colegas de las fuerzas especiales dijeron que Goudreau siempre estuvo en lo más alto de su clase: un líder celular con un excelente intelecto para manejar las fuentes, un disparo increíble y un devoto luchador de artes marciales mixtas que todavía se cortaba el pelo alto y apretado.

Al final de una carrera militar de otro modo distinguida, el Goudreau, nacido en Canadá, fue investigado en 2013 por presuntamente estafar al Ejército por $62,000 en estipendios de vivienda. Goudreau dijo que la investigación se cerró sin cargos.

Después de retirarse en 2016, trabajó como contratista de seguridad privada en Puerto Rico después del huracán María. En 2018, estableció Silvercorp USA, una empresa de seguridad privada, cerca de su casa en la costa espacial de Florida para incrustar agentes antiterroristas en escuelas disfrazadas de maestros. El sitio web de la compañía presenta fotos y videos de ametralladoras disparando Goudreau en la batalla, corriendo sin camisa por una pirámide, volando en un avión privado y luciendo una mochila militar con una bandera estadounidense enrollada.

El sitio web de Silvercorp promociona operaciones en más de 50 países, con un equipo asesor compuesto por ex diplomáticos, estrategas militares con experiencia y jefes de corporaciones multinacionales, ninguno de ellos nombrado. Afirma haber «dirigido equipos de seguridad internacional» para el presidente de los Estados Unidos.

Goudreau, de 43 años, se negó a ser entrevistado. En una declaración escrita, dijo que «Silvercorp no puede revelar las identidades de su red de fuentes, activos y asesores debido a la naturaleza de nuestro trabajo» y, en general, «nunca confirmaría ni negaría ninguna actividad en ningún ámbito operativo». No se debe deducir de esta respuesta.

«CONTROLANDO EL CAOS»

El enfoque de Goudreau en Venezuela comenzó en febrero de 2019, cuando trabajó en seguridad en un concierto en apoyo de Guaidó organizado por el multimillonario británico Richard Branson en la frontera venezolano-colombiana.

«Controlando el caos en la frontera de Venezuela donde un dictador observa con aprensión», escribió en una foto suya en el escenario del concierto publicada en su cuenta de Instagram.

«Siempre estaba persiguiendo al BB de oro», dijo Drew White, un ex socio comercial de Silvercorp, usando la jerga militar para un disparo de uno en un millón. White dijo que rompió con su antiguo compañero de fuerzas especiales el otoño pasado cuando Goudreau solicitó ayuda para recaudar dinero para financiar su iniciativa de cambio de régimen.

«Tan solidario como quieres ser como amigo, su cabeza no estaba en el mundo de la realidad», dijo White. «Nada de lo que dijo estaba alineado».

Según White, Goudreau regresó del concierto buscando capitalizar el creciente interés de la administración Trump en derrocar a Maduro.

Le presentaron a Keith Schiller, el antiguo guardaespaldas del presidente Donald Trump, a través de alguien que trabajaba en seguridad privada. Schiller asistió a un evento de marzo de 2019 en el Club Universitario de Washington para posibles donantes con el activista Lester Toledo, entonces coordinador de Guaidó para la entrega de ayuda humanitaria.

En mayo pasado, Goudreau acompañó a Schiller a una reunión en Miami con representantes de Guaidó. Hubo una animada discusión con Schiller sobre la necesidad de reforzar la seguridad para Guaidó y su creciente equipo de asesores dentro de Venezuela y en todo el mundo, según una persona familiarizada con la reunión. Schiller pensó que Goudreau era ingenuo y estaba por encima de su cabeza. Cortó todos los contactos después de la reunión, dijo una persona cercana al ex funcionario de la Casa Blanca.

En Bogotá, fue Toledo quien presentó a Goudreau a un rebelde ex oficial militar venezolano en el que el estadounidense confiaría por encima de todos los demás: Cliver Alcalá, cabecilla de los desertores militares venezolanos.

Alcalá, un general retirado en el ejército de Venezuela, parecía un héroe poco probable para restaurar la democracia en su tierra natal. En 2011, Estados Unidos lo sancionó por supuestamente suministrar misiles tierra-aire a la guerrilla de las FARC en Colombia a cambio de cocaína. Y el mes pasado, Alcalá fue acusado por fiscales estadounidenses junto con Maduro como uno de los arquitectos de una conspiración narcoterrorista que supuestamente enviaba 250 toneladas métricas de cocaína cada año a los Estados Unidos.

Alcalá está ahora bajo custodia federal en Nueva York en espera de juicio. Pero antes de su rendición en Colombia, donde había estado viviendo desde 2018, había emergido como un oponente contundente de Maduro, no tenía miedo de instar a la fuerza militar.

Durante dos días de reuniones con Goudreau y Toledo en el JW Marriott, Alcalá explicó cómo había seleccionado a 300 combatientes de entre la multitud de soldados de bajo rango que abandonaron Maduro y huyeron a Colombia en los primeros días del levantamiento de Guaidó, dijeron tres personas que participó en la reunión e insistió en el anonimato para discutir conversaciones delicadas.

Alcalá dijo que varias docenas de hombres ya vivían en tres campamentos que mantenía en y alrededor de la península desértica de La Guajira que Colombia comparte con Venezuela, dijeron los tres. Entre los combatientes en los campos había un guardia nacional exiliado acusado de participar en un ataque con aviones no tripulados en 2018 en Maduro.

Goudreau le dijo a Alcalá que su compañía podría preparar a los hombres para la batalla, según las tres fuentes. Las dos partes discutieron las armas y el equipo para el ejército voluntario, y Goudreau estimó un presupuesto de alrededor de $ 1.5 millones para una operación de ataque rápido.

Goudreau dijo a los participantes en la reunión que tenía contactos de alto nivel en la administración Trump que podrían ayudar en el esfuerzo, aunque ofreció pocos detalles, dijeron las tres personas. Con el tiempo, muchas de las personas involucradas en el plan para derrocar a Maduro llegarían a dudar de su palabra.

Desde el principio, el audaz plan dividió una coalición opositora que ya estaba fuertemente dividida por el ego y la estrategia. Existía la preocupación de que no se podía confiar en Alcalá, con un pasado turbio y vínculos con el régimen a través de un hermano que era embajador de Maduro en Irán. A otros les preocupaba ir a espaldas de sus aliados colombianos y del gobierno de los Estados Unidos.

Pero Goudreau no compartió las preocupaciones sobre Alcalá, según dos personas cercanas al ex soldado estadounidense. Con el tiempo, llegaría a compartir la desconfianza de Alcalá hacia la oposición, cuya charla sobre la restauración de la democracia fue desmentida por lo que vio como una corrupción enconada y acuerdos a puerta cerrada con el régimen, dijeron.

Más importante aún para Goudreau, Alcalá retuvo la influencia en las fuerzas armadas de la que carecían los oponentes de Maduro, en su mayoría élites civiles. También conocía el terreno, habiendo servido como el comandante superior a lo largo de la frontera.

«Necesitábamos a alguien que conociera al monstruo desde adentro», recordó un ex oficial exiliado que se unió a la trama.

Los enviados de Guaidó, incluido Toledo, terminaron el contacto con Goudreau después de la reunión de Bogotá porque creían que era una misión suicida, según tres personas cercanas al líder de la oposición.

Sin inmutarse, Goudreau regresó a Colombia con cuatro asociados, todos ellos veteranos de combate estadounidenses, y comenzó a trabajar directamente con Alcalá.

Alcalá y Goudreau revelaron poco sobre sus planes militares cuando recorrieron los campos. Los dos hombres dijeron a algunos de los posibles combatientes que el ejército de trapos cruzaría la frontera en un convoy fuertemente armado y barrería a Caracas en 96 horas, según varios soldados en los campos. Goudreau dijo a los voluntarios que, una vez desafiados en la batalla, el ejército desmoralizado y privado de alimentos de Maduro colapsaría como fichas de dominó, dijeron varios de los soldados.

SIN PROBABILIDAD DE TENER ÉXITO

Muchos vieron el plan como imprudente y parece que no hubo ningún intento serio de buscar el apoyo militar de Estados Unidos.

«No había posibilidad de que tuvieran éxito sin la intervención militar directa de los Estados Unidos», dijo Mattos, el ex SEAL de la Marina que pasó dos semanas en septiembre entrenando a los voluntarios en medicina táctica básica en nombre de su organización sin fines de lucro, que trabaja en zonas de combate .

Mattos visitó los campamentos después de enterarse de ellos por un amigo que trabajaba en Colombia. Dijo que nunca conoció a Goudreau.

Mattos dijo que estaba sorprendido por las condiciones áridas. No había agua corriente y los hombres estaban durmiendo en el suelo, saltando comidas y entrenando con escobas recortadas en lugar de rifles de asalto. Cinco pastores belgas entrenados para olfatear explosivos estaban tan mal alimentados como sus manipuladores y tuvieron que ser entregados.

Mattos dijo que se mostró cauteloso cuando los hombres recordaron cómo Goudreau se había jactado de haber protegido a Trump y les dijo que estaba preparando un envío de armas y organizando apoyo aéreo para un eventual asalto al complejo de Maduro.

Los voluntarios también compartieron con Mattos un documento de tres páginas que enumera los suministros necesarios para una operación de tres semanas, que él proporcionó a AP. Los artículos incluyeron 320 rifles de asalto M4, un lanzacohetes antitanque, botes Zodiac, $ 1 millón en efectivo y gafas de visión nocturna de última generación. Los metadatos del documento indican que fue creado por Goudreau el 16 de junio.

«Desafortunadamente, hay muchos vaqueros en este negocio que intentan vender sus credenciales militares en un gran día de pago», dijo Mattos.

AP no encontró indicios de que funcionarios estadounidenses patrocinaran las acciones de Goudreau ni de que Trump haya autorizado operaciones encubiertas contra Maduro, algo que requiere notificación del Congreso.

Pero las autoridades colombianas estaban al tanto de sus movimientos, al igual que destacados políticos opositores en Venezuela y exiliados en Bogotá, algunos de los cuales compartieron sus hallazgos con funcionarios estadounidenses, según dos personas familiarizadas con las discusiones.

Fiel a su reputación como un cañón suelto autoabsorbido, Alcalá promocionó abiertamente sus planes para una incursión en una reunión de junio con la Dirección Nacional de Inteligencia de Colombia y solicitó su apoyo, dijo un ex funcionario colombiano familiarizado con la conversación. Alcalá también se jactó de su relación con Goudreau, describiéndolo como un ex agente de la CIA.

Cuando los colombianos consultaron con sus homólogos de la CIA en Bogotá, les dijeron que el ex Boina Verde nunca fue un agente. Luego, sus anfitriones le dijeron a Alcalá que dejara de hablar de una invasión o de una expulsión, dijo el ex funcionario colombiano.

No está claro dónde Alcalá y Goudreau obtuvieron su respaldo, y el dinero recaudado para la iniciativa parece haber sido escaso. Una persona que supuestamente prometió apoyo fue Roen Kraft, un descendiente excéntrico de la familia productora de queso que, junto con el ex guardaespaldas de Trump Schiller, se encontraba entre los que se reunieron con enviados de la oposición en Miami y Washington.

En algún momento, Kraft comenzó a recaudar dinero entre su propio círculo de amigos del fondo fiduciario para lo que describió como un «golpe privado» que Silvercorp llevaría a cabo, según dos hombres de negocios a quienes pidió dinero.

Kraft supuestamente atrajo a posibles donantes con la promesa de acceso preferencial para negociar acuerdos en los sectores de energía y minería con un eventual gobierno de Guaidó, dijo uno de los empresarios. Proporcionó a AP un borrador de memorando de dos páginas sin firmar para un compromiso de seis cifras que, según dijo, fue enviado por Kraft en octubre en el que se representa a sí mismo como el «contratista principal» de Venezuela.

Pero nunca estuvo claro si Kraft realmente tenía la pista interior con los venezolanos.

En una entrevista telefónica con AP, Kraft reconoció haberse reunido con Goudreau tres veces el año pasado. Pero dijo que los dos nunca hicieron negocios juntos y solo discutieron la entrega de ayuda humanitaria para Venezuela. Dijo que Goudreau interrumpió todas las comunicaciones con él el 14 de octubre, cuando parecía que tenía la intención de una acción militar.

«Nunca le di dinero», dijo Kraft.

‘SABEMOS TODO’

De vuelta en Colombia, más reclutas llegaban a los tres campos, incluso si el dinero prometido no lo hacía. Goudreau intentó traer una apariencia de orden. Se proporcionaron uniformes, se intensificaron las rutinas diarias de ejercicio y Silvercorp instruyó a los posibles guerreros en combate cuerpo a cuerpo.

Goudreau es «más un patriota venezolano que muchos venezolanos», dijo Hernán Alemán, un legislador del estado occidental de Zulia y uno de los pocos políticos que abrazó abiertamente la misión clandestina.

Alemán dijo en una entrevista que ni los gobiernos de EEUU ni los colombianos participaron en el complot para derrocar a Maduro. Afirma que intentó hablar varias veces con Guaidó sobre el plan, pero dijo que el líder de la oposición mostró poco interés.

«Mucha gente lo sabía, pero no nos apoyaron», dijo. «Tenían demasiado miedo».

El complot se desmoronó rápidamente a principios de marzo cuando uno de los combatientes voluntarios fue arrestado después de cruzar la frontera hacia Venezuela desde Colombia.

Poco después, la policía colombiana detuvo un camión que transportaba un alijo de armas nuevas y equipo táctico por un valor de alrededor de $ 150,000, incluidos telescopios, gafas de visión nocturna, radios bidireccionales y 26 rifles de asalto de fabricación estadounidense con los números de serie borrados. Quince cascos de color marrón fueron fabricados por High-End Defense Solutions, un proveedor de equipos militares con sede en Miami propiedad de una familia de inmigrantes venezolanos.

High-End Defense Solutions es la misma compañía que Goudreau visitó en noviembre y diciembre, supuestamente para obtener armas, según dos ex soldados venezolanos que afirman haber ayudado a los estadounidenses a seleccionar el equipo, pero luego tuvieron una amarga disputa con Goudreau en medio de acusaciones de que Eran topos para Maduro.

El propietario de la compañía, Mark Von Reitzenstein, no respondió a las reiteradas solicitudes de correo electrónico y teléfono en busca de comentarios.

Alcalá reclamó la propiedad de las armas poco antes de rendirse para enfrentar los cargos de narcotráfico de los Estados Unidos, diciendo que pertenecían al «pueblo venezolano». También arremetió contra Guaidó, acusándolo de traicionar un contrato firmado entre sus «asesores estadounidenses» y JJ Rendon, un estratega político en Miami designado por Guaidó para ayudar a sacar a Maduro del poder.

«Teníamos todo listo», se lamentó Alcalá en un video publicado en las redes sociales. «Pero las circunstancias que nos han afectado durante esta lucha contra el régimen generaron filtraciones desde el corazón de la oposición, la parte que quiere coexistir con Maduro».

A través de un portavoz, Guaidó apoyó los comentarios hechos a los medios colombianos de que nunca firmó ningún contrato del tipo descrito por Alcalá, a quien dijo que no conoce. Rendón dijo que su trabajo para Guaidó es confidencial y que se le exigirá que niegue cualquier contrato, ya sea que exista o no.

Mientras tanto, Alcalá no ha ofrecido pruebas y el presunto contrato aún no ha surgido, aunque AP le pidió repetidamente una copia a Goudreau.

Después del arresto de Alcalá, la posible insurrección parece haberse disuelto. A medida que se propaga el coronavirus, varios de los combatientes restantes han huido de los campos y se han extendido por Colombia, volviendo a conectarse con sus seres queridos y descubriendo sus próximos pasos. La mayoría están en bancarrota, enfrentando una investigación por parte de la policía colombiana y frustrados con Goudreau, a quien culpan por extraviarlos.

Mientras tanto, el liderazgo socialista en Caracas no pudo evitar regodearse.

Diosdado Cabello, la persona número 2 más poderosa en el país y eminencia gris de la vasta red de inteligencia de Venezuela, insistió en que el gobierno se había infiltrado en el complot durante meses.

«Sabíamos todo», dijo Cabello. “Algunas de sus reuniones las tuvimos que pagar.» Así de infiltrados estaban.

(Tomado de Cubadebate)

«Ámame como soy yo» ¿la nueva de Orishas?

Por La Mala Palabra*

Tras la pifia de «Ojalá pase» y como una necesidad de continuar llevando «un plato a la mesa», que no creando arte, Orisha estrena su «nueva canción» «Ámame como soy yo», con una idea y estructura similar a la primera mencionada y, por supuesto, con la melodía y partes de la letra de la segunda.

Esta vez no habrá demanda, el propio Pablo usó su minuto de vídeo en Instagram para elogiar la propuesta, lo que inició con un ¿profundo? pensamiento: «el derecho a ser como somos es un derecho de todos» y siguió ensalsando a Beatriz Luengo, la cantora española ya tropicalizada, Ara Malikian, et al.

Por su parte, Asiel Babastro, realizador de videoclip, publicó en FB una declaración/explicación del material en la que, amén de la ‘exquisitez’ de términos rebuscados, trata de ‘empujarnos’ su visión en la selección de imágenes, fragmentos de documentales y películas que «reconstruyen una parte de la historia de Cuba» – la de estos últimos 60 años – y, él, convierte a «Orishas en el ajiaco que caracteriza al cubano», para culminar señalando que Cuba «está obligada inevitablemente a replantear su diáspora, desde el amor».

Dos detalles a Asiel: primero su selección de imágenes no es fiel a sus palabras porque hasta donde conozco, después que los franceses le regalaron a Estados Unidos la Estatua de la Libertad, esta nunca ha salido de Liberty Island; asimismo, usa la foto del «hombre parado frente a un tanque», cuya autoría es discutible porque Jeff Widener y Charlie Cole se dicen autores de la misma; esta es una imagen de la Plaza Tiananmen en China. Es poco serio.

De la letra incrustada por Yotuel no diré nada que no hubiese señalado ya sobre el engendro anterior, habla de haber participado en los desfiles por el 1ro Mayo, del trabajo voluntario y de que «tiene clase», para desligarse «rápido y furioso» de los que «no tenemos clase» porque, sencillamente, seguimos perteneciendo a la clase proletaria, por seguir abrazados al más noble proyecto social.

Él «abrió los ojos» y dice tener «en la cabeza mil poemas de Martí» y «ADN de mambí», yo solo contaré a los más de 8 millones de «ciegos» que, en voto secreto, dijimos Sí a la Constitución, mismos que sí llevamos el ADN de los mambises, porque el de Yotuel, aun en la manigua, es de Rayadillo.

Para que nadie se llame a engaño, Orishas no es el resultado del desprecio de los cubanos, Orishas solo prefirió el «amor al dinero» del otro lado.

*Administradores/editores de LMP