Creció enfermo, temerario, humano,
de codicia y traición ausentes,
el soldado impenitente
del futuro que juramos.
Fue su vida azarosa y dura,
de sangre y sudor amotinados,
la que brindó al descalzado
felicidad en la amargura.
Creció enfermo, temerario, humano,
de codicia y traición ausentes,
el soldado impenitente
del futuro que juramos.
Fue su vida azarosa y dura,
de sangre y sudor amotinados,
la que brindó al descalzado
felicidad en la amargura.