Por Félix Edmundo Díaz @feddefe*
El momento es de gran simbolismo, es la primera ocasión que pisa los pasillos de la vetusta organización que, erigida en 1945 como garante de la paz mundial, en sus 70 años “ha visto y participado” en más guerras que las que le antecedieron.
Sus pasos hacia la tribuna llevan la firmeza del que se conoce al dedillo el camino, lo ha visto y caminado infinidad de veces en la mente del grande y en la propia, de ahí que sienta la seguridad que solo proporciona la certeza de saberse vencedor, como sucedió con aquella inusualmente dilatada intervención del hermano, recién triunfante la Revolución, y las también inusuales brevísimas palabras que este pronunciara, casi veinte años después, esas que fueron suficientes y bastantes para, en siete minutos, atrapar al auditorio y en una suerte de premonición mencionar en serie todos los problemas a los que se enfrentaría la humanidad de no cambiar el desigual sistema de distribución de las riquezas… hoy, pasadas tres décadas de aquellos sabios consejos, vivimos en el mundo que él describiera. Sigue leyendo →
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