Ni el que sabe y ve puede decir honradamente, –porque eso sólo lo dice quien no sabe y no ve, o no quiere por su provecho ver ni saber, –que en los Estados Unidos prepondere hoy, siquiera, aquel elemento más humano y viril, aunque siempre egoísta y conquistador, de los colonos rebeldes, ya segundones de la nobleza, ya burguesía puritana;
sino que este factor, que consumió la raza nativa, fomentó y vivió de la esclavitud de otra raza y redujo o robó los países vecinos, se ha acendrado, en vez de suavizarse, con el injerto continuo de la muchedumbre europea, cría tiránica del despotismo político y religioso, cuya única cualidad común es el apetito acumulado de ejercer sobre los demás la autoridad que se ejerció sobre ellos. Creen en la necesidad, en el derecho bárbaro, como único derecho: “esto será nuestro, porque lo necesitamos”. Creen en la superioridad incontrastable de “la raza anglosajona contra la raza latina”. Creen en la bajeza de la raza negra, que esclavizaron ayer y vejan hoy, y de la india, que exterminan.(1)
(1) Martí Pérez, José. “La conferencia monetaria de las Repúblicas de América”. En: Obras Completas. Tomo 6. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales. 1975. págs. 155-167
De Felix Edmundo Díaz @feddefe editor de La Mala Palabra.