Por Félix Edmundo Díaz @feddefe*
Mr. President, cada vez que oigo hablar de sociedad civil, en el acto, me represento a madres, padres, esposas, esposos, hijos, familiares y amigos o gente común solidarizándose con aquellos a quienes le secuestraron, torturaron o mataron a un un ser querido y, créeme, no hay forma humana en la que tal representación me ubique en Cuba, ya que en mi país ello no sucede ni como excepción.
Alguien murió en prisión. ¿Qué le vamos a hacer? Todos los días alguien muere en prisión y, fuera de mis fronteras, como regla eso sucede de forma violenta.
Alguien dejó de alimentarse y murió. ¿Qué le vamos a hacer? Ese que perdió la vida lo hizo por su voluntad, misma que condicionó el actuar que lo llevó a la condición en la que se hallaba.
Alguien sufrió un accidente de tránsito y murió. Eso pasa en el mundo entero miles de veces todos los días, y quién es culpable de que la muerte le haya llegado a ese alguien cuando se ufanaba en subvertir el orden constitucional de un país. Bueno, pues se jodió!
Ninguna de estas muertes reporta algún beneficio y, en nuestra filosofía, toda vida humana merece respeto, aun la de nuestros adversarios.
Lo que me llama la atención (a mi y a millones de personas que piensan de forma similar) es como existen individuos (varones y hembras) que «celebran» cada una de esas muertes por cuanto de pretexto les sirven para sus espurios propósitos de atacar a la Revolución Cubana, a la Revolución Bolivariana, a la Revolución Ciudadana y a cualquier país, cuyo pueblo huela a Revolución.
Sin ánimo alguno de «darle al que no tedió» se me antojan varias preguntas:
¿Cuándo Mr. President te vas a preocupar por los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa?
¿Cuándo escucharé declaraciones de los «defensores» de los DDHH condenando este horrendo crimen?
¿Cuándo Mr. President vas a tomar medidas para evitar la «limpieza» emprendida por los policías de tu país contra la población afroamericana?
¿Cuándo los «defensores» de los DDHH criticarán y te plantearán sus quejas por la brutalidad policial made in USA?
¿Mr. President cómo puedes hablar de DDHH si tu país es una guarida de terroristas, torturadores y asesinos confesos?
¿Cuándo los «defensores» de los DDHH han alzado su voz para para condenar el encubrimiento y acomodo del que disfrutan los terroristas, torturadores y asesinos confesos en USA?
Mr. President, tú no tienes moral alguna para hablar de DDHH, como no la tienen los apátridas que mantienes con limosnas en formas de ¿premios?
Te haré una confesión de coña: Si mi gobierno, mis dirigentes y los hombres y mujeres de mi pueblo fuéramos una centésima parte de como tú, tus asesores, tu prensa y tus perros dicen que somos, hace muchos años que Posada Carriles, Rodríguez Mendigutía y los traidores de acá habrían dejado de respirar… de todos modos va y un día de estos alguno de ellos amanece asfixiado con un badajo en las nalgas. Si así fuera que les aproveche…
LA MALA PALABRA 