Por Conte Nieves*
Tres Papas han visitado el archipiélago cubano; San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Tenemos que decir que nuestra tierra está bendecida por Dios.
Este pequeño archipiélago situado a las puertas del Golfo de México, cambió el sentido de la vida de sus pobladores cuando en enero de 1959 triunfaron los “Barbudos de Fidel”. A partir de ese momento quedaron resumidas en esa victoria las luchas de las guerras por la independencia en el siglo XIX y las luchas durante la seudorepública a partir de 1902. Vino entonces una estoica resistencia por subsistir ante los embates del Imperialismo norteamericano y sus aliados, que ha durado más de 50 años.
Estos últimos (Imperio gringo y aliados) han reconocido que sus “mañas” no dieron al traste con el Socialismo de los “indios del Caribe”, por lo que en un acto poco religioso, se c… en Dios ante sus fallidos objetivos. ¡Que cristianos son estos!
Y para colmo, contrario a sus deseos, tres Papas acuden a bendecir a Cuba y se declaran en contra del inhumano e injusto bloque, solidarizándose con el concierto de países que en Naciones Unidas, año tras años han votado por el levantamiento de esa medida.
En buen lenguaje popular hay que decir que la Isla tiene Aché. Bueno, del Comandante siempre se ha dicho que está “untado”. Por lo menos sabemos que los Orichas han dado su visto bueno y para ponerle la tapa al pomo, los Papas nos santiguaron, apadrinaron y nos desearon salud, suerte, esperanza y enriquecieron nuestro amor por la Humanidad y nuestra obra. Agradecemos a los tres Pontífices sus nobles gestos.
No se nos puede olvidar mencionar que sumada a las bendiciones de los Papas, está el apoyo espiritual y social del resto de las denominaciones religiosas cubanas, quienes han orado por la salud de Fidel y la buena marcha de la Revolución Cubana.
Pero quiero agregar a lo anterior otra óptica, porque no es bueno pecar de ingenuos.
Con esta bendición de los Papas, la Iglesia Católica gana un espacio en la nación, pero no es cuestión de preocuparnos porque somos un proceso consolidado y fe y Revolución no se contraponen. Algo siempre subrayado por el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Teniendo de por medio el Atlántico y estando rodeado de tendencias políticas y religiosas, veo con enorme orgullo como la Revolución Cubana tiene una posición autocrítica y se da espacio para “cambiar todo lo que tiene que ser cambiado”. Y como el tema es de contenido religioso; valga decir que gracias a Dios, a Fidel y su vanguardia y al pueblo que lo siguió; parece ser verdad ese pensamiento martiano que parafraseo, en el que expresó nuestro Apóstol, que Cuba estaba destinada a formar parte del equilibrio del mundo. Joder, tío, que la vida ha dicho que eso es verdad.
Pues sí señores, con estas tres visitas de los Papas por el terruño; si fuera católico o cristiano, diría: ¡Caramba Dios, ahora sí los gringos están fastidiados, porque hasta los santos están de nuestro lado! En esta nueva etapa en la que estamos en las relaciones con Gringolandia (gobierno de Estados Unidos de Norteamérica), perderán una vez más, porque además de la razón, Dios está con nosotros. No sé qué dirá el Dios de ellos, porque el nuestro nos va a llevar hasta el triunfo final. Aunque parezca de risa y lejano, un día en Gringolandia todo cambiará. Allí hay mucha gente religiosa y no religiosa, buena, necesitadas del cambio. Que Dios los ayude.
El pueblo cubano, gran protagonista de una resistencia y perseverancia históricas, se ha ganado un lugar en la Gloria. Que Dios nos continúe bendiciendo.
Si hay un país que necesita de la ayuda de Dios ese es Estados Unidos de Norteamérica. Algo tendrá que hacer la providencia por sanear una sociedad tan desarrollada y, sin embargo, tan enferma. Ese un país donde puede ocurrir cualquier fenómeno social no imaginable.
Lo que ya es un hecho histórico es que vencimos y venceremos Dios mediante.
*Colaborador de La Mala Palabra